VISIÓN MINISTERIAL  N° 3 MAESTRO. 
JOSE N. BRICEÑO A.


LA IMPORTANCIA   DE  TENER  UNA  VISIÓN   EN    EL  MINISTERIO.

     Eclesiastés dice: que le es mejor al hombre ser un abortivo, que el estar en la tierra sin visión. Eclesiastés 6:3.6. En forma amplificada el texto dice: Te es mejor haber nacido antes del tiempo y sin vida, que estar en el mundo sin propósito.

       En  las observaciones  que  a  continuación voy a presentar, usted    podrá   darse  cuenta de lo  importante   que  es  tener  visión   en  el  Ministerio   y  lo  nocivo y   letal  que  puede  ser  el  no  tenerla.
       Alguien dijo, refiriéndose al valor de la visión, que no importa cuánto dinero tenga un individuo, si carece de visión es el más pobre del mundo ya que su vida no tiene sentido. Una misión y una visión se pueden desarrollar y alcanzar con dinero pero no se compra con dinero. Si sólo vives de tu dinero y no tienes visión, eres la persona más pobre  en el mundo, porque sin visión sólo se consume, la visión te lleva a producir.

     El valor de la visión  es tan significante que una persona con visión es más grande que las fuerzas pasivas de noventa y nueve que sólo están interesadas en hacer o llegar a ser alguien. La mayoría de las personas tienen interés en su destino, pero no son gentes realizadas por no tener  motivos que los  impulsen porque no tienen visión.

    El don más grande que Dios le pudo dar a un individuo para visualizar las cosas no es la vista, es la visión. La vista es la función de los ojos pero la visión es la función del corazón. Se puede tener vista y no tener visión. La visión es tan determinante para el éxito de un individuo que sólo ella te mantiene viendo aun cuando tengas los ojos cerrados.

      El peor enemigo de la visión que viene de Dios son tus propios ojos, lo que ves no determina lo que Dios te muestra en visión.

    En  una  ocasión  se  le  preguntó  a una mujer invidente llamada  Helen Keller   que  si  había  algo  peor en este mundo  que   nacer   siendo  ciego,  a lo cual  contestó:  “sí,  nacer  con  vista  y  no  tener visión”.

    Esta mujer  invidente, con todas las dificultades que tenía, logró sacar su doctorado en la Universidad. Ella no tenía vista pero tenía visión.

    La  desgracia  más  grande  para  un  individuo  está  en  no  sentirse realizado  en  la   vida,  y  de  la  única  forma  que  un  individuo  se  sienta  realizado  es  que  haya  alcanzado  propósitos  y   proyectos, que indica una visión.

    >SI NO HAY  VISIÓN  DE  MÁS  SE  ESTÁ  EN  EL MINISTERIO.

    En  la  introducción  de  la  guía  decíamos  que  la  fuerza  y  la intensidad   con  que  logremos   llevar a  cabo  un  Ministerio   está  en  proporción  directa  con  la visión   que  se  ha  recibido. Una persona con visión es más fuerte y más poderosa que noventa y nueve que emprenden algo sin visión.

          Si  no  hay   visión  no  hay  verdadero motivo   que  nos  comprometa  a  desarrollar  con  éxito  el  Ministerio. El éxito en un   Ministro  está  en  alcanzar  el  objetivo  de  dicho  Ministerio,  que  vendría  siendo  la  visión.

  >DONDE  HAY VISION NO  HAY  LUGAR PARA LA  ELECCIÓN

    Una  persona  con  visión  sabe  cuál  es  su  decisión y que no tiene opción para elegir entre otra cosa, porque  la  visión  tiene  una característica   tan  importante  que  por ende te va a demarcar un horizonte muy  definido que te llevará a alcanzar  un objetivo. Por esta causa una persona que haya recibido de Dios la visión, sabe y debe estar claro que su única  opción es la visión.

    >DONDE NO HAY VISION NO HAY  ABSTINENCIA

    La abstinencia relativa a la visión, es el poder que se tiene de privarse de todo aquello  que nos  desvía y nos saca del curso para lo cual fuimos escogidos. Cuando no tienes visión lo que te ofrecen lo haces, por esta causa, cuando el visionario cuida la visión, la visión lo cuida a él.

     La visión de Dios en un hombre es tan determinante, que la visión que viene del creador de la vida preserva la vida de los hombres. Hasta que Dios no termine lo que se propuso hacer en el hombre que le dio la visión por ningún motivo puede morir. Esto es notorio en la vida de Simeón, lo que le preservó la vida a este hombre fue la palabra que recibió de Dios cuando le dijo que hasta que sus ojos no vieran al Mesías no vería la muerte. Una vez que esto se cumplió Simeón murió (Lucas 2:25.32). Esto indica que hasta que Dios no termine de hacer con nosotros lo que se propuso hacer no veremos la muerte. Pero debemos entender, que esto se da en aquellos que permanecen en la visión cumpliendo los principios y demandas del Reino en relación a la visión que se recibió de Dios, si abandonas la visión en cualquier momento puedes morir. El ejemplo más claro lo tenemos en la vida de Moisés y Aron, que por quebrantar los principios y las demandas de Dios fueron desplazados y vieron la muerte.

     “Aquel mismo día Jehová habló a Moisés y le dijo: «Sube a estos montes de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel.  Muere allí en el monte al cual subes, y te reunirás a tu pueblo, así como murió Aarón, tu hermano, en el monte Hor, y se reunió a su pueblo. Por cuanto pecasteis contra mí en medio de los hijos de Israel, en las aguas de Meriba, en Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel. 52 Verás, por tanto, delante de ti la tierra, pero no entrarás allá, en la tierra que doy a los hijos de Israel.” Deuteronomio 32:48.52.
    > DONDE  NO  HAY  VISIÓN  NO  HAY  CAMINO  DEFINIDO.

    En  Juan  14:5  encontramos  un  ejemplo   claro  de  lo  que  acabamos  de  hacer  referencia.  Jesús  le  dice  a  sus  Discípulos en  una  forma  afirmativa,  sabéis  a  donde  voy,  sabéis  el  camino”,  Tomás expresó  en  una  forma  interrogante  y  razonable:  Señor  no  sabemos  a  dónde  vas;  ¿Cómo  pues  podemos  saber  el camino?”.  Es  decir: “Señor  muéstranos a dónde  vas  y  conoceremos  el  camino”.  Jesús  inmediatamente  en  la  respuesta  que  les  da  a  sus  discípulos,  les  mostró  al  Padre  como  la meta  y  se  mostró  a  Él  como  el  camino.

    Observando con precisión el  pasaje  podemos  entender  una  gran  verdad,  que  sin  una  meta  no  hay  camino  definido,  Tomás  le dijo  a Jesús  “…muéstranos  a  dónde  vas  y  conoceremos  el  camino”.  Esto  indica  que  un  individuo  que  tenga  la  intención   de  salir  pero  sin  tener  una  meta, un destino, o un punto de llegada nunca tendrá un camino definido; cualquier  camino  le  sirve. Alguien dijo que  lo importante no es tener un punto de  salida sino tener un punto de llegada.

     Un  Ministro  debe  estar  seguro  hacia  dónde  se  dirige,  cuál  es  su  rumbo,  y  estando  claro  en  esto tener  una  dirección   precisa  para así  poder  dirigir  a  otros.  Jesús  en  Juan  8:14  dijo: “Yo    de  dónde  vengo  y    a  dónde  voy”,  esta  debe  ser  la  percepción  de  un  Ministro,  por  lo  menos  saber  a  dónde  va  o  hacia  dónde  se  dirige. De no ser así, sería un nómada, ambulante, un ente sin destino.
           
     >DONDE  NO HAY  VISIÓN  LAS  COSAS  SE  HACEN  AL  AZAR,  A TIENTAS,  A  LA  AVENTURA,  SIN  OBJETIVIDAD.

    Estar  en  el  Ministerio  sin  visión  es  como  tirar  golpes  al  aire,  Dios  no  quiere  personas  que  estén  en  el  Ministerio  trabajando  a  la  aventura,  Él  quiere personas  con  objetividad, con precisión,  claros   y  seguros  de  lo  que  están  haciendo y a lo que fueron llamados.

  
     Pablo  en filipenses.3:14 dijo: Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento”

     Proseguir:  Este  término  del  griego   indica:  seguir  con  intensidad  en  una  forma  presurosa sin desviar el rumbo. El proseguir tiene que ver con el avanzar en las directrices que el Espíritu Santo nos da para alcanzar un objetivo.
      
    La  meta:   Es  el propósito relativo a la visión.  
       
    El premio: Es  el  galardón,

    El supremo  llamamiento: Viene siendo el  Ministerio.

    Pablo  estaba  claro del  premio  que  iba  a  recibir,  del  llamado  que  había  recibido, de  la  meta (visión)  que  debía  alcanzar y de la misión que debía desarrollar.  Todo  Ministro  debe  estar  claro  en  estos  cuatro  factores  que  son  determinantes  en  la  carrera  Ministerial,  de no ser  así,  estás  como  un  barco  sin  timón,  sin  rumbo  fijo,  a la  deriva,  vives  en  total  perplejidad  y  así  no  se  dirige  un  pueblo.

     >UN  MINISTRO  SIN  VISIÓN  ES  UN  MINISTRO  SIN  FUTURO,    SIN  PORVENIR,  VULGARMENTE  ES  UN  VAGO.

    Dios no  llama  a vagos al Ministerio ni llama  a la vagancia,  Dios  es  un  Dios  de  propósitos, Él  trabaja con objetividad.

    En  una  ocasión  Jesús  dijo:  “Hasta  ahora  yo  trabajo  y  mi  padre  trabaja” (Juan 5:17). Tenemos  como  experiencia   y  testimonio  Bíblico   que  siempre  que  Dios  llamó  a  alguien  al  Ministerio estaba  en  sus  ocupaciones,  es  decir  estaba  trabajando y  lo llamó para trabajar.

    Cuando  Dios  llamó  a  Moisés, Elías,  Eliseo, David, Samuel, Aarón, Abraham, Josué, Pedro, Andrés, Mateo, Pablo, entre otros; todos  ellos  estaban  trabajando,   porque  Dios  no  llama  ni  a vagos al  Ministerio,  ni  a  estar  en la  vagancia  en  el Ministerio.

    Yo  soy  de  los  que  creo que  una  persona  que  haya  sido  un  vago,  negligente, e irresponsable  en  lo  secular,  así  será  en  lo  espiritual, por causa de tener un carácter formado en la vagancia.

   Como Maestro lo afirmo categóricamente sin vacilar, que así de vago  como es  el  Ministro   así  será  la  Iglesia  o  quien  lo  sigue.

     Una  Iglesia  que  esté  siendo  dirigida  por  un  hombre   que  no  tenga  visión,  entra  en  el  terreno  de  la  vagancia,  de  la rutina, del cansancio espiritual, del aburrimiento, del descuido, el abandono; hasta llegar a la destrucción. Este nunca ha sido el propósito de  Dios. Él constituyó Ministros capacitándolos de poder, autoridad y señorío,  entregándoles una visión que encierra sus propósitos para ser impartida a un pueblo, es decir su Iglesia, y poder así alcanzar uno de  sus objetivos primordiales que es rescatar los valores principales del reino que es la raza humana.

     Un hombre si visión entra en el campo del hastío, lo cual es producto de la falta de visión y misión, hasta el punto, que puedes estar móvil dentro de la Iglesia haciendo la obra de Dios y sentirte cansado de lo mismo.

      El hastío no se da por la falta de actividad, sino por falta de visión y misión, una vida sin la visión y la misión de Dios, se vuelve: tediosa, aburrida, fastidiosa, latosa, repetitiva, monótona, sin interés, rutinaria, común. ///Siempre lo mismo///. Reitero, por el hastío el pueblo entra en el terreno de la vagancia, el descuido, el abandono, y el cansancio espiritual; llevándolo fácilmente a un mundo de delincuencia.

    >DONDE  NO  HAY  VISIÓN,  NO  HAY  DIRECCIÓN  SABIA.

    Proverbios  11:14  dice:  “Donde  no  hay  dirección  sabia,  el  pueblo  perece, cae, se  destruye”.

    En lo personal creo y con toda seguridad lo afirmo, cuando no se tiene visión sólo se vive del pasado junto con las desilusiones y fracasos del presente. Por lo tanto la visión es la clave para tener éxito en  el futuro.

    Proverbios  29:18  dice: “Sin  profecía, el pueblo se desenfrena” El  término  que  se  utilizó  del  hebreo para hacer referencia a la profecía es “ Chazon” que  también  se  utiliza para  referirse  a  la  visión.

    Debemos  tomar  en cuenta   que  Dios  nunca  ha  colocado  la  visión  sobre  el  pueblo, Él  la  coloca  sobre  el  líder  que consagró  al  Ministerio. Por esta causa es  tan  nocivo que  en  un  pueblo  no  haya  líder  donde  colocar  la  visión,  como  el que  haya  líder  sin  visión.

    Cuando  Dios  llama  a Moisés,  puso  la  visión en él para dirigir  al  pueblo,  cuando  Moisés  muere la  visión  fue  colocada  en  Josué (Josué 1:1-9)  pero  cuando  Josué  muere  no  hubo  líder   en  quien  Dios  colocara  la  visión,  esto  trajo  como resultado  que  todo  el  pueblo   se  desenfrenó y  se  rebelaron  en  contra  de  Dios  e  hicieron  sus  propósitos  ¿por  qué?  Porque  no  había  visión,  Dios  tuvo  que  levantar  Jueces  para   colocar  en  ellos  la  visión y  poder  dirigir  a  su  pueblo   bajo  sus propósitos, con  todo  y  eso  los  israelitas   no  querían  someterse  a  los  jueces y  le  costó  a  Dios  en gran  manera  para  que  el  pueblo  pudiese  entrar  en  la  visión,  porque  donde  no  hay  visión   un  pueblo  se  desenfrena.

    Tenemos  el  ejemplo  claro  de  la  Iglesia  de  los  Corintios, que por  falta  de  visión  reinó  la  anarquía,  la  división,  la  confusión  y  el  desorden tanto  moral  como  espiritual.

     Según  Hechos 18:7.11  Pablo   estuvo  con  los  Corintios  18  meses   mientras  fundaba  la  Iglesia,  yéndose y dejando  a  Apolo  encargado (Hechos 19:1).  Luego  Apolo  se  negó  a  quedarse (1ª Corintios 16:12) por lo cual  Pedro estuvo  pastoreando por un tiempo.(1ª Corintios 1:12 ) pero  ninguno  de  los  líderes  que  estuvieron  en  Corintios lo hicieron  en  una  forma  definida  y  concreta  sino  en  forma  parcial  y  ocasional.

     La Iglesia  era  dirigida  por  cartas que  el Apóstol  Pablo  escribía,  debido  a  las informaciones que la  Iglesia de Corintio en sus cartas  enviaba  a Pablo, por información que el Apóstol  recibía  de  Estéfanas,  Fortunato,  Acaico  y  los  de  Cleo. 1ª Corintios 1:11;  7:11; 16:7.

     De  esta  forma  se  dirigió   la  Iglesia  de  los  Corintios,  nunca  tuvo  un  líder al frente y por ende  nunca  tuvieron una  visión  clara  y  precisa  de parte  de  Dios.  Estos son ejemplos que nos indican  que  donde  no  hay  visión   no  hay  dirección  sabia  y  donde  no  hay  dirección  sabia  el  pueblo  se  desenfrena.

     La visión es tan importante que ella determina la vida y el destino  de los hombres. El visionario debe entender que la visión es la misma vida ya que es el sentido de ella, perder la visión es como perder la vida. 

     La visión es la fuente de la disciplina y la madre del liderazgo. El hombre con una visión clara vive una vida bien enfocada que lo mantiene en dominio propio, hasta el punto que lo lleva a ser selecto  y exigente en las elecciones no dejándose llevar por las emociones, ni las ofertas,  ni las apariencias de la vida.

     Cuando el visionario cuida la visión la visión lo cuida a él. Por causa de la visión el visionario sabio y prudente escoge: su futuro, la inversión de  su tiempo, de su dinero,  sus amistades, con quién se relaciona, con quién se asocia, lo que ve, lo que oye, su lectura. 

      El visionario debe entender que la visión es la misma vida ya que es el sentido de ella, perder la visión es como perder la vida. 

      La vida y la circunstancia por influencia diabólica se va a encargar de presentar paralelamente a la visión: fama, fortuna, pasiones desenfrenadas, entre ellas una vida de promiscuidad; con el fin de desviar la mirada del propósito de Dios. Por esta causa debemos ser selectos en nuestras decisiones, y ser cuidadosos y prudentes con los pasos que demos. Un paso y una decisión mal tomada pueden llevarse el propósito de Dios en nuestras vidas. Nunca olvides este eslogan que encierra un gran principio: “Cuando el visionario cuida la visión, la visión lo cuida a él”
   
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